El 23 de octubre de 2007 se aprobó la Ley 27/2007 que tiene por objeto reconocer y regular la Lengua de Signos Española (LSE) como lengua de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas en España que libremente decidan utilizarla, al mismo tiempo que aprueba la lengua de signos catalana.
Para conmemorar los diez años transcurridos desde entonces, la Biblioteca Nacional de España presenta una pequeña muestra de sus fondos que ayuda a reconstruir el devenir de la LSE: manuscritos, libros, gacetas, fotografías, grabados y piezas de la colección de ephemera. Un viaje visual por la difusión de esta lengua, sus sistemas de enseñanza, la historia de los colegios de sordos en España y las novedades pedagógicas surgidas en este ámbito hasta la actualidad.
Estos documentos testimonian su condición de lengua rica y viva, con una evolución e historia propias. El objetivo de la exposición no es otro que el de mostrar a los visitantes, ya sean sordos, sordociegos u oyentes, los diversos modos en los que se difundió la LSE a lo largo de los siglos. Se ha tratado de no incurrir en los mitos y falsas creencias tan habituales a la hora de abordar su estudio y en ningún momento se plantea la superioridad entre la lengua oral y la de signos.