Secretos de naturaleza y catálogos de tiendas
Los magos siempre han estado atentos a los nuevos descubrimientos científicos para servirse de ellos en sus actuaciones.
Así, aunque en ocasiones los nuevos descubrimientos toparon con las censuras, fueron los magos los encargados de adaptarlos y presentarlos como un mero pasatiempo.
En el siglo XVIII los locales dedicados a la venta de productos químicos o científicos fueron poco a poco transformándose en locales donde se vendían artículos para la magia. En Francia e Inglaterra encontramos ejemplos de este tipo de establecimientos ya en el siglo XIX, aunque en España no aparecerán hasta principios del siglo XX.
En ellos, además de enseñar magia, se vendían artículos de chanza o broma, de moda durante la primera década del siglo XX.