Fábula de Polifemo y Galatea
Sin que pueda hablarse de una influencia directa, las analogías temáticas de los versos de don Luis con la pintura y otras artes nos permiten especular sobre convergencias y divergencias entre el arte verbal y los principios estéticos de la forma, la línea y el color.
A la altura de 1612, Góngora —con su apuesta decidida por el dominio de un territorio propio para lo poético— cambiará radicalmente el rumbo de la poesía escrita en español en su tiempo y ahora. Escribirá la Fábula de Polifemo y Galatea, considerada una de sus obras centrales y, para la mayor parte de los críticos, el poema mitológico más perfecto de toda la poesía lírica europea. Sus 63 octavas reales, de una excelencia musical sobrecogedora, narran el amor frustrado del monstruo Polifemo (que tiene un solo ojo) por la ninfa Galatea, enamorada del bello Acis.
Góngora culmina así uno de los mitos más sublimes de la Antigüedad grecolatina: la historia de amor entre una bella y un monstruo. Ese relato ha inspirado a numerosos artistas y ha tenido su repercusión en la historia de la pintura y del grabado, de cuyo extenso repertorio ofrecemos este lienzo de Charles de la Fosse y los dos grabados expuestos en la siguiente sala.