El manuscrito Chacón: estela y alhaja del Príncipe de los Poetas

Góngora escribió en una época en que la poesía circulaba manuscrita; raro era el poeta que veía impresas sus obras en vida, y don Luis no fue en eso una excepción. Sí lo fue en la profusión y en el fervor con que se difundieron sus versos. Algunos de los manuscritos que la contienen son misceláneos, pero otros son obras primorosas, de pendolista, cuya materialidad pretende estar a la altura del contenido. Entre estos, el más importante es el que se conoce como manuscrito Chacón por el nombre de su colector, don Antonio Chacón y Ponce de León, señor de Polvoranca. Desde 1619, don Antonio Chacón fue reuniendo la obra de don Luis y comunicándola con el propio poeta, que le proporcionó fechas y circunstancias de sus versos y rechazó falsas atribuciones, lo que constituye un hecho sin parangón en la poesía moderna española. El manuscrito, en tres volúmenes en vitela, se concluyó en 1628, un año después de la muerte de Góngora. Pasó a engrosar la biblioteca del que había sido su gran admirador y protector, el conde-duque de Olivares, a quien está dedicado.

El manuscrito Chacón se dio a conocer a principios del siglo XX y desde entonces ha constituido la base de las ediciones de Góngora.