La iluminación de los libros hebreos en la Iberia bajomedieval

 

Katrin Kogman-Appel

 

Los primeros libros hebreos iluminados empiezan a aparecer en la Península Ibérica a partir de 1230. En esos años el primer libro que se decora es la Biblia. De hecho, las biblias iluminadas son una de las manifestaciones más fascinantes de la cultura judía en la Iberia medieval. Su rica decoración se nutre casi exclusivamente del repertorio artístico islámico y, solo gradualmente (durante el s. XIV) absorbe algunos motivos característicos del arte gótico, estilo que impera a lo largo de los ss. XIII, XIV y XV, y en los que se desarrolla el arte judío en Sefarad. En estos libros es especialmente llamativa la casi total ausencia de imágenes narrativas y figurativas. Las imágenes figurativas aparecen profusamente en otro tipo de libro, la Haggadah iluminada, que comienza a producirse a finales del s. XIII. Mientras que el lenguaje anicónico de la decoración de la Biblia hunde sus raíces en la tradición islámica, el arte figurativo de las haggadot hace de inmediato pensar en la ilustración de libros góticos, frecuentes en la sociedad cristiana de toda Europa.