La BNE, como tantas empresas y administraciones públicas, no podría desarrollar sus actividades sin las conocidas como Tecnologías de la Información (TI); es decir, las tecnologías de base informática que permiten gestionar y difundir una gran cantidad de datos y, asimismo, posibilitan la comunicación de las redes de ordenadores. La BNE comenzó en los años ochenta del siglo XX su proceso de informatización, siendo una de las administraciones públicas pioneras en este campo. Y desde entonces, la BNE ha hecho un gran esfuerzo para estar al día y adaptarse a los continuos cambios que hemos vivido todos en los últimos veinte años.