En 1877 Thomas A. Edison inventó y patentó, por primera vez en la historia, un medio eficaz para grabar el sonido y reproducirlo a voluntad: el fonógrafo. Y a partir de este momento no se han dejado de inventar y mejorar los soportes e instrumentos para grabar y para reproducir la voz y la música. Se exponen ahora algunos de los aparatos de la BNE para poder escuchar los diferentes soportes (cilindros de fonógrafo, rollos de pianola, hilo magnético, discos perforados, discos de pizarra, etc.) de los más de 500.000 documentos sonoros que posee la biblioteca.