El 28 de noviembre de 1836 la Real Biblioteca deja de ser propiedad de la corona para depender del Ministerio de la Gobernación: nace así la Biblioteca Nacional.
Los siglos XIX y XX serán siglos de mucho movimiento, dentro y fuera de la biblioteca. Siglos de invasiones, de guerras, de cambios políticos y dinásticos; siglos de revoluciones, de inventos y de descubrimientos. Durante el XIX, la Biblioteca Nacional conocerá tres nuevas sedes (Convento de la Trinidad Calzada, Casa del Consejo del Almirantazgo y Casa del marqués de los Alcañices), varios proyectos de ubicación, con la posibilidad de ocupar parte del edificio actual del Museo del Prado y, por fin, en 1895, su sede definitiva, el actual Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales.
Los siglos XIX y XX supusieron para la biblioteca una ampliación considerable de sus fondos, lo que le llevó a plantear diversas reorganizaciones en su estructura. En esta sala nos detendremos en algunas de sus colecciones más emblemáticas, con muchas de las joyas que llegaron a sus fondos en los últimos doscientos años.