En los albores del siglo XXI América Latina se sigue caracterizando por el cruce continuo de tradiciones culturales, pasadas y presentes. En un escenario de internacionalización están rebrotando sentimientos culturales del pasado y generando otros nuevos. La vida y la muerte, el amor y el desamor, la lealtad y la traición, el triunfo y la derrota están teñidos todos ellos de un matiz latino que es complicado de definir, pero que es sencillo de percibir. Música, sabores, historias, costumbres, valores, vivencias, cuentos, recuerdos, miedos, creencias, proyectos, realidades, esperanzas, fobias, cielos e infiernos se cruzan generando ricas mezclas con potencialidades insospechadas.