Las gestas de los héroes surgidos como resultado de las batallas por la independencia facilitaron la creación de una narración dicotómica de triunfadores-derrotados, que se convirtió en la base de las historias patrióticas con objeto de vincular los diferentes discursos identitarios regionales existentes. La retratística de los héroes, las representaciones alegóricas y las escenas de batalla fueron precedentes de la pintura de historia desarrollada a partir de la segunda mitad del XIX.