La Jornada de Puertas Abiertas de la Biblioteca Nacional de España con motivo del Día del Libro cumple 20 años

La Jornada de Puertas Abiertas de la Biblioteca Nacional de España (BNE), organizada el 26 de abril con la colaboración de la Fundación de Amigos de la Biblioteca Nacional de España (FABNE), ha cumplido 20 años y se ha convertido en un evento popular que en cada convocatoria atrae a más visitantes que desean adentrarse en el monumental edificio del Paseo de Recoletos para ver de cerca los tesoros patrimoniales que la institución custodia y conserva.
Las entradas empezaron a repartirse puntualmente a las 8.45 de la mañana a los más madrugadores, que hacían cola desde las 7. Esta vez acompañó un sol primaveral que hizo más llevadera y animada la espera. A las 12.30 ya se habían repartido todas las entradas disponibles: 1220 en total.
Cada 10 minutos un nuevo grupo accedía al interior de la biblioteca por la imponente escalinata principal, bajo las figuras del impresionante frontón -obra de Agustín Querol- que, según la tradición, coronan simbólicamente con el emblema de la sabiduría a todos los que entran por aquí.
Óscar Arroyo, director de la BNE, recibió a los primeros grupos de la mañana en el punto de inicio del recorrido, dándoles la bienvenida. En dos itinerarios paralelos, norte y sur, más de un centenar de trabajadores de la BNE explicaron el contexto histórico del edificio y la institución, su funcionamiento y el importante papel que juega la Biblioteca en la conservación y difusión de la memoria y la cultura de nuestro país.
De nuevo, los visitantes pudieron acceder a través de un QR a la versión digitalizada de las obras expuestas. Un portal web creado para la ocasión recopilaba las obras disponibles en la Biblioteca Digital Hispánica y en la Hemeroteca Digital y permitió a los visitantes verlas más en detalle, conocer más datos sobre ellas y conservar el listado para poder consultarlo tras el recorrido.
La difusión a través de redes sociales también permitió dar acceso a aquellas personas que no pudieran acudir a la Jornada de manera presencial y disfrutar de la iniciativa a modo de visita virtual. Los contenidos incluyeron grabaciones in situ de las explicaciones brindadas por los guías, datos curiosos y anécdotas de la BNE. Las publicaciones acumulan cerca de 20.000 visualizaciones en la red social X y más de 1.000 en cada una de las stories de Instagram.
Demostración en vivo de caligrafía
En esta edición, la Jornada de Puertas Abiertas ofreció una actividad paralela: una demostración de caligrafía en vivo, Kalligraphiti, con Ricardo Vicente Placed. Los visitantes que se acercaron a la sala pudieron practicar sus mejores trazos con las enseñanzas y trucos del calígrafo.
Un recorrido variado y sorprendente
Durante la visita los asistentes accedieron a espacios como el salón de lectura María Moliner – una de las estancias que más anhelan conocer los que nunca han entrado en la BNE -, la Sala Barbieri, la Sala Larra, la Sala de Cartografía o la Sala del Patronato y se mostraron colecciones de todos los departamentos, desde partituras hasta grabados, pasando por mapas, revistas ilustradas, incunables y manuscritos.
Los visitantes pudieron admirar desde ejemplares de una edición del Quijote de 1780 a las obras de los más recientes Premios Cervantes: Álvaro Pombo y Luis Mateo Díez, quien ha donado buena parte de su archivo personal a la BNE. También revistas ilustradas como ‘Album salón’ o ‘El mundo alegre’, cómics, como el mítico ‘Esther y su mundo’ que hizo disfrutar a varias generaciones de adolescentes de finales del siglo XX o ‘¡Dibus!’, además de partituras y grabaciones históricas de compositores españoles procedentes de la Sala Barbieri.
Muchos visitantes se sorprendían al comprobar que la BNE preserva y conserva mucho más que libros y publicaciones: desde mapas históricos como el ‘Nuevo atlas o Teatro del mundo’ de Joan Blaeu, o el atlas portulano de Joan Martines (1570) a videojuegos, además de una colección de dibujos y grabados de las más importantes del país por el número y calidad de sus piezas o su fondo fotográfico, que alberga más de dos millones de fotografías. En esta ocasión pudieron admirar dibujos de Fortuny y grabados característicos de Rembrandt, carteles publicitarios y paipáis de la colección Ephemera, así como una selección emblemática de fotos de la Guerra Civil.
Un año más, las mesas donde los compañeros del Departamento de Preservación y Conservación explicaron técnicas de restauración y encuadernación fueron de las que más gustaron a los visitantes.
El público terminó el recorrido con un clavel y un marcapáginas aportados por la Fundación de Amigos de la BNE (FABNE). Fue Rosa Regàs, exdirectora de la BNE fallecida en 2024, quien impulsó esta actividad que ya se ha convertido en tradición para celebrar el Día del Libro cada mes de abril.