Ildefonso Alier Martra (Barcelona, 1864; Madrid 1938) fundó su establecimiento editorial y almacén de música y pianos en Madrid en 1908. Previamente había sido representante del editor Andrés Vidal y Llimona en Barcelona. Desde los primeros años desarrolló una intensa actividad editora de obras nuevas y además adquirió total o parcialmente los fondos musicales de otros editores. En 1913 tenía sucursales en Madrid, Barcelona, Valencia y París y además representaba en España a editores extranjeros como Ricordi o Breitkopf. La producción editorial de Alier es de las más voluminosas del momento, tras la poderosa Unión Musical Española, organizaba conciertos para publicitar sus obras y fundó con otros dos socios la Sociedad Editorial de Música, desaparecida en 1933.
Entre 1908 y 1922 publicó varias colecciones de música religiosa, zarzuelas y música bailable para piano. Sus partituras se caracterizaban por su calidad gráfica y por sus bellísimas portadas ilustradas.
Sin embargo, a partir de 1920, debido a la crisis que sacudía al comercio editorial de música, se redujeron los formatos y desaparecieron las portadas ilustradas, disminuyendo sensiblemente la calidad de sus producciones. Tras su muerte, debido a las calamidades de la guerra civil, la editorial quedó en manos de su viuda e hija y entró en un período de letargo, gestionada por la Editorial Quiroga, hasta su desaparición en los años 90 del pasado siglo.
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