Tras el estreno en el Teatro Real de Madrid de Tristán e Isolda el 5 de febrero de 1911, un grupo de aficionados wagnerianos funda una asociación para difundir la obra de Richard Wagner a través de la traducción de los libretos de sus óperas, la edición crítica de sus escritos literarios y la organización de conciertos y conferencias. El cargo de presidente recae en el Duque de Alba; se nombra vicepresidente a Valentín de Arín y, entre otros vocales, se elige a José Borrell y Eduardo de Laiglesia.
Desde el comienzo de la andadura de la Asociación Wagneriana en 1911, una de las principales preocupaciones de los socios fundadores fue contar con una biblioteca que recogiera las obras paradigmáticas escritas por Wagner tanto en su faceta musical como literaria, libretos de sus óperas con textos fiables en los que basarse para elaborar las traducciones y adaptaciones de los textos, y toda la bibliografía disponible sobre Wagner: biografías, estudios y análisis de sus obras, partituras comentadas en versiones completas y abreviadas, etc. Se elige como bibliotecario a Manuel Manrique de Lara que además de marino militar, fue un notable compositor y pintor, y colaboró con Menéndez Pidal en la recopilación de romances hispánicos.
Se ignora cual fue la génesis y adquisición de los primeros fondos de la biblioteca de la Asociación Wagneriana de Madrid (AWM). Los únicos datos fidedignos al respecto están publicados en la “Memoria de proyectos realizados y en estudio por la Junta Directiva”, en la que se informa de que en el mes de Mayo de 1911 se adquirió parte de una biblioteca wagneriana que existía en París. La colección bibliográfica se fue incrementando con las adquisiciones mensuales, testimoniado por diversos sellos de libreros madrileños que figuran en muchos de los ejemplares. Lo lógico es suponer que fuera Manuel Manrique de Lara, en su calidad de bibliotecario, quien realizara las gestiones oportunas -de selección y compra- para dotar de fondos a la biblioteca.
Suponemos que la colección se incrementaría también por donativos y canjes. Algunos ejemplares de la biblioteca personal de Manrique de Lara -colección que también custodia la BNE- fueron cedidos por él mismo a la AWM; esto explica la existencia de un doble sello (el de pertenencia a la colección de Manrique de Lara y el de la biblioteca de la AWM). También debió existir canje de publicaciones con la Asociación Wagneriana de Barcelona a juzgar por la carta enviada por el secretario de la Asociación Wagneriana de Madrid (Manuel Cendra) a su homólogo en Cataluña (Joaquín Pena) donde le expresa el interés por el intercambio. La mayoría de las partituras corresponden a obras de Wagner; el resto de los compositores representados en la colección son Beethoven, Carl Maria von Weber y Palestrina. Las monografías giran en torno a la obra y la figura del compositor: escritos del propio Wagner, correspondencia, biografía, crítica e interpretación, libretos, obras de referencia, además de una parte de obras históricas, reflexiones sobre el arte en general, conferencias sobre la música y los músicos españoles.
Eduardo de Laiglesia fue el responsable de hacer efectiva la donación de la biblioteca de la Asociación Wagneriana de Madrid a la Biblioteca Nacional cuando la sociedad se disolvió hacia julio de 1915.
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